jueves, 16 de enero de 2014

Gryndal: Peanas ejercito - Fortaleza Enana3

Tras bastante tiempo sin terminar nada, por fin he sido capaz de acabar algo. Aunque sean unas miseras peanas.

Aquí os traigo el paso final de las peanas en las que estaba trabajando, con un extenso tutorial de pintado de las mismas, que espero os sea de utilidad. Empecemos con una imagen del conjunto una vez imprimado y otra dado la base:

He empezado con un gris claro con una pizca de azul para la piedra, y cobre para el metal, para producir un gran contraste entre ambas partes. Primero voy a trabajar sobre la piedra porque es mas probable que manche el metal en este paso que en el contrario. Lo primero que voy a hacer va a ser un lavado general de tinta negra en toda la peana, para remarcar los huecos, y lavados concentrados en distintas partes de verde, turquesa y un poco de marrón para seguir con la idea de una piedra fría.

Unos tonos generales para reforzar el contraste frío/cálido que quería generar.

Después de este paso, me doy cuenta de que no quiero la piedra exterior igual a la interior, así que decido en lavados posteriores diferenciarlas. Lo que hago es dar unas veladuras con el color original de la piedra sobre todos los ladrillos, pero no los huecos, tapando casi todos los lavados dejando pequeños vestigios de color debajo.

Después de este paso, enriquezco mi paleta con aun más colores que aplico de manera mucho más diluida, y vuelvo a velar con gris encima, esta vez con un color más oscuro porque la piedra tan clara no me convencía.

Negro, turquesa, verde amarillento, verde oscuro, marrón, gris azulado, morado,
marrón anaranjado, gris oscuro y rojo. Posteriormente añadiría tonos amarillentos.




Manchar la peana con colores que me gustaban ha sido un
paso muy divertido que os animo a todos a probar.

Velar con gris para recuperar el tono sin perder los colores
de fondo es un buen ejercicio para practicar veladuras.

Después de alcanzar unos tonos en la piedra que me gustan, distinguiendo el centro al añadir colores más cálidos que en el exterior y alcanzando un gris que me convence más, procedo a dar un lavado de negro y marrón a la piedra exterior para darle un toque más natural y terminar de homogeneizar, y en el interior de lo mismo más un poco de rojo para terminar de distinguir. Tras dejar secar los diversos lavados, me toca el currazo de perfilar todas las aristas de la piedra, esta vez con el gris original, para definir más el suelo. Realizo este paso antes que decidir si la piedra tiene su tono definitivo para ver como quedaría de luz al perfilar y evitar posteriormente más lavados.




Fue una locura perfilar cada arista, pero gana mucho volumen. Paso importantísimo

Tras el perfilado de todas las piezas decido aclarar un poco la zona exterior, así que aplico veladuras con el gris azulado que he usado como capa base. Como paso final para la piedra, con este mismo gris procedo a iluminar los exteriores de cada peana individualmente para remarcar el patrón de luz cenital que usaré en las miniaturas que irán sobre ellas, y me ayudará a destacarlas.


Se puede apreciar un círculo central mas oscuro que ayudará a
centrar la atención sobre la mini.

Resultado final de la piedra. Muy contento con la riqueza cromática


Tras este paso doy por acabada la piedra procedo con el bronce del anillo. Voy a usar el mismo método que he usado hasta ahora, dar lavados localizados y luego ir recuperando el color con el tono base.
Beige, amarillo anaranjado, verde amarillento, marrón, marrón anaranjado y negro.
Después añadiría un poco de verde y de morado para integrar con el conjunto.


Resultado muy sucio, debería haber velado o degradado en vez de dar lavados.

Llegados a este punto, estoy bastante contento con el color que ha tomado el bronce, reforzando el efecto de una fortaleza enana antigua y majestuosa, pero que ha vivido días mejores. Pero no me gusta nada lo sucio que ha quedado, y limpiar con metálicos no es la mejor cosa del mundo, pero he tenido la suerte de tener a mano un color mate muy parecido al metálico pero sin el pigmento, que me ayuda a limpiar. Así que a base de usarlo, de dar esos mismos lavados en forma de veladura mucho más suaves encuentro un color adecuado. Ya solo me queda perfilar con plateado (tarea bastante menos cargante que en la piedra), pero al acabar sigue faltándome algo. Entonces, al igual que con la piedra, procedo a iluminar el exterior de las peanas (y alguna zona más para dar variedad) con un poco de dorado, 


Añadir dorado ha sido lo que ha terminado de dotar de personalidad a mis peanas.

Aquí una foto final del conjunto, espero que os guste y muchas gracias por leerme. Ante cualquier duda no dudéis en preguntar. Aquí el enlace a cmon, agradeceré vuestros votos.


Para ser las primeras peanas que pinto estoy bastante contento con el resultado.


Un saludo a todos, y nos vemos por la forja.











No hay comentarios:

Publicar un comentario